El curso académico está cargado de rutinas para mayores y pequeños: ir a trabajar, llevar a los niños a la escuela y a las extraescolares, etc. Y aunque en verano resulta muy tentador dejarlas a un lado, las rutinas relacionadas con el aprendizaje no pueden ser una de ellas.
Varios motivos justifican lo que digo:
- Por un lado, puedo afirmar de mi época de Orientadora Educativa de colegio que los niños llegaban al centro con una especie de “amnesia” relacionada con todo lo relacionado a los aprendizajes académicos. “Amnesia” que les duraba hasta bien entrado el mes de octubre y éste era debido, en parte, al hecho de que los niños no habían realizado ningún tipo de tarea escolar durante los meses de julio y agosto.
- Por otro lado, es una realidad que la anarquía y la falta de rutinas diarias son contraproducentes para los menores ya que el hecho de no saber qué van a hacer durante el día puede llegar a generarles ansiedad, aunque no en todos los casos. Pensad que un día tiene 24 h y que, además de las 10h para dormir, nos quedan otras 14 horas que tendremos que gestionar con nuestros hijos.
- Además, el exceso de tiempo de ocio puede generar también un uso inapropiado de éste. Con esto quiero decir que, si no realizan rutinas variadas, los niños pueden llegar a ver demasiada TV y dedicar también demasiado tiempo a aparatos como la PlayStation o la Wii.
Propuestas para los padres a realizar de lunes a viernes con los niños (por supuesto se trata de sugerencias que podrán ser adaptadas si vosotros, papás, lo creéis necesario para vuestro hijo/a):
- En Primaria, para niños que no hayan suspendido nada, 1h/día de repaso de contenidos realizados durante el curso sería suficiente.
- Y en los casos en los que hayan suspendido más de 1 asignatura, el número de horas a dedicar al estudio sería interesante que ascendiera a 1 y 1/2 ó 2h/día.
- En Secundaria, para adolescentes que no hayan suspendido nada, 90 min./día.
- Y para los que hayan suspendido más de 1 asignatura, el número de horas tendrá que ser de 120 min./día.
- Además, para todos los casos, será importante que los niños lean diariamente. Para los que tengan entre 6 y 12 años será suficiente con 15 min. diarios y, para los más mayores, el tiempo de lectura deberá ser de, al menos, 30 min.
Como veis, lo único que deben dedicar al día es 75 min. en el caso de los más pequeños y 2 horas y 30 min. los más mayores. El resto del tiempo podrán utilizarlo para estar con sus amigos, con vosotros y jugar, jugar y jugar, que tan importante es también para ellos y que supone, sin duda alguna, otra manera de aprender; en el caso de los más pequeñines, la forma principal de aprender aunque esto, si me lo permitís, merece la dedicación de otro post.
Espero que os haya sido útil, espero vuestros comentarios, nos vemos en el siguiente post ¡gracias!
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