jueves, 11 de julio de 2013

4 pautas para gestionar con éxito la relación de nuestros hijos con sus primos y amiguitos en verano


MiikaS by Flickr
Con la llegada del verano nuestras dinámicas cambian y, con ellas las relaciones que tienen asiduamente nuestros hijos e hijas. En esta estación del año, es muy frecuente que  los niños se reúnan con más asiduidad con sus primitos o amigos ya que las mamás quedan para ir todos juntos a la playa o a la piscina de alguno de ellos, etc.

Es en estas situaciones en las que a veces cuesta gestionar la relación entre los niños ya que pelean y discuten al no estar siempre dispuestos a compartir o ceder en sus deseos. No es algo que tenga que preocuparnos ni que sea grave pero sí es cierto que puede hacer más desagradable el encuentro entre todos y que pueda impedir futuras citas al generar cierto malestar. Algunas pautas que podrían ayudarnos para evitar que haya conflictos entre los pequeños serían las que os muestro a continuación.

Si van a jugar varios niños será importante:
  1. Establecer unas normas que todos tendrán que cumplir, tengan la edad que tengan a partir de 3 años. 
  2. Para establecer dichas normas, será interesante que haya un adulto que hará de moderador aunque los que decidirán las normas habrán de ser ellos mismos, si no habrá una alta probabilidad de que no las cumplan.
  3. Si son muchos niños, tal vez resulte más interesante que se dividan en dos grupos ya que con un grupo numeroso habrá más probabilidad de que se produzca un altercado.
  4. Igual edad cronológica de los niños no significará que vayan a llevarse mejor entre ellos. Eso lo decidirá el feeling que exista entre los que allí haya. A título de ejemplo, podrá pasar que dos niños de 12 y 7 años se lleven bien porque son apasionados del fútbol y  siempre juegan a eso cuando se encuentran o que una niña de 8 años haga buenas migas con un niño de 6 porque a ambos les encanta pintar y charlar de sus dibujos favoritos. 

En el caso de que el conflicto ya se haya producido, podrá ayudarnos tener en cuenta lo siguiente:

  • Preguntar a más de un niño de los que había presentes qué es lo que pasó y quien lo inició.
  • Después del que y del quien, vendrá el porqué. Habremos de saber las causas del problema sin alterarnos nosotros ya que los mayores seremos los que tengamos que impulsar la resolución del conflicto y poner paz aunque ellos serán los que tengan que solucionarlo.
  • Habrá que decidir que resolución le vamos a dar, es decir, que consecuencias tendrá lo sucedido para los implicados. Para todos los casos (tanto si se pegan como si se insultan o dicen mentiras) el niño que transgrede la norma deberá disculparse con el niño agredido y, a continuación, un adulto deberá hacerle ver que de esta manera no puede solucionar sus conflictos con los demás ya que eso sólo le dará problemas a la larga.

Como podemos ver, estar con niños es todo un aprendizaje pero ¡¡no me digáis que no es divertido...!!
Gracias por llegar hasta aquí y hasta el próximo post.


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