jueves, 27 de febrero de 2014

¿Cómo ayudar a nuestros hijos con TDAH sin hiperactividad? 4 tipo de pautas para familias

El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) es un trastorno que se inicia en la infancia y que se caracteriza por hiperactividad o exceso de movimiento, impulsividad y dificultad para mantener la atención. Hay varios subtipos según establece el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) pero, en este artículo, nos centraremos en el que se da predominio del déficit de atención. 


Los niños con TDAH con predominio del déficit atencional son niños que parecen no escuchar cuando se les habla directamente, que sueñan despiertos o que olvidan o pierden cosas. Acostumbran a distraerse y a valorar cualquier ruido o estímulo irrelevante y en el aula pueden mostrarse de forma pasiva, pasar desapercibidos y no aprender al ritmo esperado. Les disgusta realizar tareas que requieran un esfuerzo mental sostenido y la presentación de sus trabajos puede llegar a ser bastante caótica y poco planificada.

Éstos casos son más difíciles de detectar porque los niños en general no molestan en el aula y pasan inadvertidos, sobre todo cuando se encuentran en una clase donde hay otros niños que desean llamar la atención de forma más ruidosa. 


¿Y qué podemos hacer nosotros como padres?

Si vuestro hijo ha sido diagnosticado como TDAH con predominio del déficit de atención, será conveniente que tengáis un seguimiento más o menos continuado con un especialista que os asesore en vuestra labor educadora y en los periodos en los que vuestro hijo pueda tener un pequeño empeoramiento de los síntomas, sin embargo, son numerosas las tareas que desde casa se pueden realizar para ayudar a vuestro hijo en su día a día académico y familiar. Aunque deberá ser un tratamiento adaptado a cada caso, algunas labores comunes en casi todos los casos son las siguientes:

UNO: llevar a cabo tareas de organización. A estos niños les cuesta mantener un orden en las diversas facetas de su vida; tanto su habitación, como su cartera y sus libretas tienden al caos, por ello, diseñar una plantilla semanal donde quede establecido qué hay que hacer en función del momento del día puede ser de gran utilidad para ellos. Decidir cómo ordenar su dormitorio y cuándo, cómo ordenar su cartera del colegio y cómo distribuir los contenidos en su libreta serán actividades que tendrán que realizar todos los días a fin de que lo conviertan en un hábito.

DOS: realizar habitualmente labores de atención. El equipo de expertos que trabaje con vosotros podrá daros actividades y tareas para que desde casa podáis ejercitar con él la atención. Si éstas tienen un carácter lúdico, tendréis mayor probabilidad de que vuestro hijo o hija acepte a realizarlas con motivación. Una actividad para ejercitar la atención auditiva podría ser pedirle que cuente el número de veces que sale una palabra en una canción que a él le guste mucho o avisarle que después le preguntaréis cómo iba vestido el actor que tanto le gusta de su serie favorita de TV (en la página que os pongo a continuación, encontraréis actividades que podréis realizar en casa con vuestro hijo o hija para ejercitar su nivel de atención: www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2008/11/orientacion-andujar-pautas-y-actividades-para-trabajar-la-atencion.pdf).

TRES: llevar a cabo tareas de autocontrol y de pensamiento reflexivo, especialmente si su nivel de impulsividad le está dando muchos problemas con vosotros o con sus amigos del colegio.  Un buen momento para practicar con él el pensamiento reflexivo será por la noche, cuando esté ya tranquilo antes de acostarse. Entonces uno de vosotros podréis sentaros con él y hacerle ver que sus conductas impulsivas sólo van a darle problemas y que por eso es importante que las vaya corrigiendo poco a poco. Para ello, podréis encontrar numerosos cuentos que le enseñarán a resolver sus conflictos de forma constructiva (Un ejemplo de cuento lo encontrareis en www.aprendiendocon-tdah.com/materiales/LA_TECNICA_DE_LA_tortuga.pdf)

CUATRO: practicar ejercicios de relajación como la realización de mandalas. El trabajo con estos dibujos consiste en colorearlos de forma simétrica o creativa manteniendo un diseño coherente y respetando los espacios. Otras técnicas de relajación son las que van acompañadas de una respiración profunda (www.psicodiagnosis.es/areageneral/tecnicas-de-relajacion-para-nios/index.php). Esto podéis llevarlo a cabo por las noches, antes de dormir.

moodboard by Flickr

Como podéis ver, son variadas y diversas las tareas que podemos realizar desde casa para ayudar a nuestros hijos a mejorar su calidad de vida. Os invito a que proveis lo que os sugiero y a que me escribáis para contarme qué tal os ha ido. 

Además, si deseáis conocer más sobre el TDAH, os invito a que entréis en:


¡Nos vemos en el próximo post!



Maite Cobo
Psicóloga Infantojuvenil y Orientadora Educativa
www.maitecobo.es 



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